viernes, 1 de julio de 2011

Frases hechas, sensacionalismo puro


La repercusión mediática de los descensos al Nacional B de River Plate y Gimnasia y Esgrima La Plata se planteó desde un análisis y denuncias de malas administraciones por parte de los clubes. Más allá de lo cierto de esta cuestión, en el aspecto netamente competitivo, también se tomaron frases hechas para explicar la pérdida de categoría: “hoy cualquiera le gana a cualquiera”, “se emparejó el nivel incluso entre equipos de distinta categoría”, son algunos ejemplos.

Estos comentarios banales no hacen más que desmerecer el trabajo de instituciones como Vélez, Estudiantes, Argentinos Jrs., Lanús, Banfield y Godoy Cruz. En ese orden, son los primeros en la tabla de promedios con la que se iniciará la próxima temporada.

Es cierto que este sistema de promedios desfavorece a los equipos que recién ascienden y permite que en algunas ocasiones, equipos que terminaron en la última posición durante la última temporada puedan zafar del descenso directo porque arrastran una buena cantidad de puntos de torneos anteriores. Pero permite ver cuáles son los clubes que realizan un trabajo planificado a largo plazo y no dependen de una buena racha de triunfos para estar entre los primeros puestos.

Por un lado, para estar entre los primeros puestos luego de dos temporadas, hay que ganar más de lo que se pierde. Por otro lado, para figurar entre los últimos puestos, se perdió más que lo que se ganó. Si cualquiera le ganara a cualquiera, entonces todos estarían al mismo nivel y la definición de los descensos con este sistema de promedios sería mucho más pareja. Sin embargo, si River ganaba la promoción, iba a seguir entre los últimos puestos de la tabla de promedios; Gimnasia hubiese comenzado la próxima temporada con más de 10 puntos por debajo del resto de los equipos.

Pero no sucedió. Ambos equipos no pudieron ni siquiera ganar uno de los dos partidos que disputaron en esta instancia frente a Belgrano de Córdoba y San Martín de San Juan. La explicación es más que simple: “se emparejó el nivel”. En realidad, la definición del futuro de un equipo en dos partidos puede disimular el flojo desempeño que se realizó durante tres años. Porque aspectos extra futbolísticos como el azar, el estado anímico, la motivación, podrían jugar a favor. Pero estos aspectos no sólo deben jugar contra el rival sino también contra las propias aptitudes técnicas.

Si se observaban las dos promociones sin tener en cuenta quiénes intentaban mantener la categoría y quiénes buscaban ascender y sólo mirando el estilo y las estrategias de juego, parecía que los dos primeros eran Belgrano y San Martín. Lograron el ascenso con notable superioridad y con un juego donde se destacaron jugadores de gran técnica como Franco Vázquez y César Pereyra, por el lado de los piratas, y Raúl Quiroga, Federico Poggi, Reinaldo Alderete y el brasileño Roberval, en el quipo de sanjuanino. En cambio, River y Gimnasia eran un cúmulo de voluntades tirando pelotazos de los defensores a los delanteros, sin que el juego pasara por el mediocampo y esperanzados a que los rivales cometieran algún error para convertir. Nunca se forzó el error del contrario a partir de sus propias virtudes de juego.

Por otra parte, esta incursión del “millonario” (me refiero a River) en la B Nacional también motivó que expertos y pseudoexpertos periodistas de esta categoría declararan que “no se juega de la misma manera que en Primera”. Seguro que no. Porque si River y Gimnasia siguen con la misma estrategia, se quedarán por varias temporadas ahí.

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