miércoles, 15 de diciembre de 2010

Semejanzas y diferencias entre la Espiral del Silencio y la Agenda Setting

Al cumplirse un mes del fallecimiento de Néstor Kirchner, distintos sondeos de opinión difundidos por consultoras privadas, establecen que la imagen positiva en la opinión pública[1] de su esposa y sucesora en el cargo, Cristina Fernández de Kirchner, se ha fortalecido al punto de mostrarla ya como favorita de cara a los comicios generales de octubre de 2011[2].
Distintos factores pueden atribuirse a este nuevo escenario político, donde la presidenta aparece como la política con mejor imagen y con un 44% de intención de voto con vistas a las elecciones presidenciales de 2011, según una encuesta difundida a fines de noviembre por la consultora Equis.
Entre esos factores, la cobertura mediática con mesura sobre las acciones de Cristina luego de la muerte de su esposo y la merma de los ataques por parte de la presidenta hacia sus opositores han sido determinantes, desde mi análisis de la opinión pública, para que su imagen positiva crezca.

El protagonismo que tuvo el tema en la agenda de los medios y el modo de abordaje, desde lo emotivo, lo emocional, son características propias de la Agenda Setting y la Espiral del Silencio, dos corrientes teóricas sobre la Opinión Pública que se desarrollaron a fines de los ´60.
Ambas teorías surgen en el marco del análisis de los temas que se tratan en público y sus primeros trabajos empíricos fueron en base a opiniones sobre temas del ámbito político. Maxwell McCombs y Donald Shaw encararon en 1968 su  primer estudio de campo sobre la Agenda Setting en la localidad norteamericana de Chapel Hill, en el estado de Carolina del Norte. El objetivo era investigar la capacidad de parte de los medios de comunicación masivos de fijar los temas sobre los que piensa y conversa el público, durante la campaña electoral norteamericana de 1968.
La tesis de la Espiral del Silencio se puso a prueba por un equipo de investigación germanoestadounidense de las universidades de Maguncia y de Carolina del Norte, acerca del tema de la legislación sobre el aborto.

El tema que sobresale

Tanto la Agenda Setting como la Espiral del Silencio coinciden en que la opinión pública se constituye a partir de un tema que predomina el escenario de lo público. La primera considera que ese tema surge como “transferencia de la agenda de noticias y su jerarquización desde los medios de comunicación a la opinión pública”.[3] Es decir que lo que se plantea desde esta mirada es que se impone un tema desde los medios pero sin importar qué postura se adopta al respecto, si la opinión es favorable o no. Lo importante es que se hable sobre ese tema.
Por su parte, para la Espiral del Silencio lo que se pone en juego es la aprobación o desaprobación de opiniones y comportamientos: “La teoría consiste en una larga cadena de hipótesis, una cadena de relaciones causales. `En términos microsociológicos, la cadena comienza con la variable psicosociológica del miedo al aislamiento y la tendencia a expresarse o a quedarse callado y, en términos macrosociológicos, con la integración en la sociedad´”.[4] En este caso, hay que tomar una postura sobre el tema que predomine en la opinión pública pero será en función a la percepción que el individuo considere que piensa la mayoría para evitar el aislamiento, que hace que la mayor parte de la gente tienda a someterse a la opinión ajena.

Conductas y actitudes en función al tema que predomina

En sus inicios, la Agenda Setting planteó los efectos de los medios exclusivamente en el plano cognitivo. Hoy en día se considera que los medios ejercen influencia en otros dos niveles: los planos de las actitudes y de las conductas.
Los medios presentan el hecho a partir de una carga de intereses (económicos, políticos, culturales, ideológicos) que definen cada noticia. Ese tratamiento de la información incide en el grado de importancia que se le asigna al tema y las conductas que la gente puede adoptar. Por lo tanto, desde la Agenda Setting se establece que los medios afectan a la conducta ya que nos dicen sobre qué pensar y cómo hacer.
En este sentido, la Espiral del Silencio también centra su mirada en la conducta de cada individuo ya que plantea que actúan desde el temor al aislamiento, a su exclusión. “Este miedo al aislamiento hace que la gente intente comprobar constantemente qué opiniones y qué modos de comportamiento son aprobados o desaprobados en su medio, y qué opiniones y formas de comportamiento están ganando o perdiendo fuerza”.[5]
La percepción que tenga cada individuo sobre lo que piensa la mayoría incidirá en sus expresiones así como también en su comportamiento en general. Los individuos constantemente intentan evaluar el clima de opinión ya que esta percepción influirá en el comportamiento en público, especialmente en la expresión pública o el ocultamiento de las opiniones.

El rol de los medios

La Agenda Setting se fundamenta en el estudio de los medios y su incidencia en la opinión de las personas. El hallazgo inicial de esta teoría, referida a que la agenda temática de los medios se transfiere a la agenda pública, marca el protagonismo que tienen sobre los temas que aborda la sociedad en determinados momentos. “Los medios son las principales fuentes primarias de la información política; más aún, los medios proveen la mejor —y única— aproximación a la siempre cambiante realidad política”, sostiene Alicia Casermeiro de Pereson.[6]
Los medios masivos de comunicación han pasado a ser para muchas personas la principal fuente de información en su vida diaria, por lo que lo que perciben desde ellos lo reconocen como válido para la convivencia social. Si un medio difunde un hecho juzgándolo como un problema, su público se manifestará de acuerdo y actuará en consecuencia (esto quiere decir que los medios son un fuerte factor de influencia en la opinión de las personas). Presenta distintas maneras de conocer y entender al mundo en general y a las distintas culturas en particular. Es evidente que a través de los medios nos acercamos a muchas realidades que nos son ajenas en nuestra vida cotidiana pero también a situaciones que nos aquejan día a día.
            Frente a estos hechos, los medios nos presentan una determinada interpretación y hoy más que nunca el espectador conoce una multitud de acontecimientos y experiencias, participa emotivamente en ellos y se siente implicado. Al conocer otros problemas, conoce la manera en que otros los han resuelto y se siente de acuerdo o en desacuerdo, por lo que le genera un fuerte sentimiento de participación al implicarse emotivamente en estos acontecimientos presentados.
Noelle Neumann plantea cinco preguntas esenciales que deben proporcionar la información mínima para comprobar la teoría de la Espiral del Silencio. Estas preguntas tienen que ver con cómo está distribuida la opinión pública sobre un determinado tema; qué piensa la mayoría de la gente de ese tema; cómo cree la gente que va a evolucionar el tema; qué predisposición tendrá la gente a opinar sobre eso; si el tema posee un fuerte componente emocional o moral; y el último, qué posición adoptan los medios sobre el tema.
Este último cuestionamiento, al igual en la Agenda Setting, tiene un gran valor para el análisis de los comportamientos ya que, según Noelle Neumann, “los medios de comunicación constituyen la fuente más importante para la observación constante que el individuo realiza del medio”.[7] Los medios masivos inciden directamente en la opinión ya que el miedo al aislamiento aumenta con el tamaño del público y la audiencia televisiva constituye, después de todo, el público más amplio que existe en la actualidad.
La Espiral del Silencio no descarta a los grupos de pertenencia del individuo como influyentes. Esto no quiere decir que tenga un lugar protagónico tan importante como los medios masivos. De hecho, busca demostrar a través de sus investigaciones que “la importancia del público anónimo”[8] cobra una gran relevancia ante este temor del aislamiento.
La Agenda Setting en ningún momento plantea ni investiga a los grupos  de pertenencia como los encargados de instalar el tema. Desde esta mirada los toma como espacios donde el tema es instalado desde el afuera del grupo (los medios).

Conclusión

            Los sondeos que presentan un crecimiento de la imagen positiva de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner corroboran la vigencia de estas dos teorías en el análisis de la opinión pública. Las opiniones en contra del gobierno durante este último mes compiten con las que están a favor o que apoyan la gestión. Esta última idea emergente encuentra aprobación y se fortalece al plantearse desde los medios masivos de comunicación un discurso más prudente sobre la presidenta y el gobierno nacional.
El efecto poderoso que tienen los medios masivos de comunicación sobre las conductas, pensamientos y decisiones de la gente se reflejan en este escenario. En base a lo analizado de las dos teorías, vemos que existe un tema instalado por los medios que hace eco en la opinión de la gente: se cumple un mes de la muerte del ex presidente y es tema de la Agenda Setting. A su vez, presentar en los medios todos los homenajes, la figura de la presidenta como alguien que necesita ser protegida y el reconocimiento de grandes figuras mediáticas a la trayectoria de Néstor Kirchner genera que se establezca una contravención entre las críticas negativas y la mirada positiva sobre el gobierno nacional. Esta disputa entre lo positivo y lo negativo es el nuevo espacio mediático que la opinión pública expresa. Desde la mirada de la Espiral del Silencio, habrá que ver cómo cree el público que evoluciona el tema controvertido.


[1] Se parte de la idea de opinión pública que plantea Noelle-Neumann: “existen tres elementos que están relacionados con el proceso de opinión pública y son investigables empíricamente: 1. la capacidad humana de percibir el crecimiento o debilitamiento de las opiniones públicas; 2. las reacciones ante esta percepción, que impulsan a hablar más confiadamente o a callarse; 3. el temor al aislamiento que hace que la mayor parte de la gente tienda a someterse a la opinión ajena. Con estos tres elementos podemos construir una definición operativa de la opinión pública: opiniones sobre temas controvertidos que pueden expresarse en público sin aislarse”.
[3] Casermeiro de Pereson, Alicia, El hallazgo de la teoría de la Agenda Setting, Boletín del ICOS, pág. 65.
[4] Noelle-Neumann, Elisabeth, La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Editorial Paidós Comunicación, pág. 257.
[5] Noelle-Neumann, Elisabeth, La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Editorial Paidós Comunicación, pág. 259.
[6] Casermeiro de Pereson, Alicia, El hallazgo de la teoría de la Agenda Setting, Boletín del ICOS, pág. 70.
[7] Noelle-Neumann, Elisabeth, La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Editorial Paidós Comunicación, pág. 275.
[8] Noelle-Neumann, Elisabeth, La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Editorial Paidós Comunicación, pág. 273.

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